1. En algún momento rogarás porque tu hermoso bebé duerma al fin, antes de que tú desfallezcas de agotamiento. Y cuando logres acostarlo en su cuna, en vez de correr a la cama, te quedarás comprobando su respiración, deseando peinarle una patilla, y darle un beso sonoro en su cachete perfecto.
2.Aprenderás a dormir con un ojo abierto. No temas, por muy dormilona que hayas sido, a tu nuevo amor no le hará falta ni llorar, bastará con que se mueva, para que te aprestes a chequear «la situación operativa».
3. En algo te equivocarás: medias muy apretadas, culero mal puesto, querer darle el pecho cuando llora de sueño… es inevitable, pero sabrás que tu hij@ te perdona, que no repara en esas nimiedades, porque solo con tu voz se calma, porque solo sobre tu corazón su rostro refleja toda la paz.
No se equivocó el universo y trajo la hija buena y noble que merece la gran madre que eres desde que soñaste serlo.
Me gustaMe gusta
Ay,Menique,esa hija empezo a ser posibilidad con un comentario en este blog. Recuerdas? Encontrarte hoy en este espacio ha vuelto a acelerar mi corazon.
Me gustaMe gusta